domingo, 17 de junio de 2012

Historias de red velvets y otros cupcakes...

Llevo obsesionada con conseguir un red velvet perfecto siglos. Y la verdad es que siempre me aterrorizaba la idea de prepararlos, por miedo a que quedaran mal. Preparar un clásico de la repostería nunca es fácil, está el listón muy pero que muy alto. Pero bueno, hoy estaba inspirada, y con los ingredientes necesarios en la despensa, así que decidí preparar la receta para recompensar a la persona que me ha regalado esas capsulitas en forma de corazón :)

Mis pinitos con la dichosa receta fueron justo hace un año, y a pesar de que el resultado no fue malo del todo, no me terminaban de enamorar. Un año más tarde, muchos cupcakes horneados a mis espaldas y muchas horas de manga pastelera después, este es el resultado.
Quizás las capsulas coloridas no son las que más bonitas quedan para esta receta, pero mayo ha sido un mes de hornear y hornear, y he agotado las existencias de las cápsulas blancas de usar y tirar jejejje.


Y bueno, me preguntareis por la receta, pues bien, como no podía ser de otra manera, he preparado estos cupcakes con ayuda de Alma, blog al que acudo cada vez que tengo antojo de cupcakes. Gracias, contigo es más fácil conseguir el cupcake perfecto



Y para finalizar, fotito de los cupcakes que preparé en el curso que os comenté en la anterior entrada. Ideales para amantes del mar, de las flores, de barrio sésamo y hasta del esférico :)


martes, 12 de junio de 2012

Pescado en papillote con panaché de verduras

Mis exámenes están llegando a su fin, y por fin podré dedicar más tiempo a cocinar, investigar y escribir recetitas en el blog. Todo este tiempo de encierro bibliotecario y privación de ocio, parece que está dando resultado, así que no me puedo quejar.
Y como premio a todo ese esfuerzo, mañana me voy a realizar un curso de decoración de cupcakes. A pesar de que yo siempre fui muy autodidacta, nunca está de más una ayudita profesional, y gracias a alguien que me quiere mucho, voy a poder aprender más. Ya veréis el resultado final de pasar la tarde entre azúcares y mangas pasteleras.
Y ahora, una recetita muy fácil:
Pescado + verduras + cocina al vapor = sano y saludable 100%
INGREDIENTES:
Rodajas de merluza, salmón, atún, lubina,… (al gusto)
Verduras de temporada (incluso fruta)
Zumo de limón o vino (opcional)
Aceite
Hierbas aromáticas: perejil, tomillo fresco, albahaca, orégano, eneldo, salvia…
Sal
Pimienta blanca
Para hacer el papillote:
Papel sulfurizado
Papel de aluminio
ELABORACIÓN:
El termino papillote, no es más que una cocción al vapor, y se suele emplear para preparar pescados y verduras, ya que tienen una cocción pequeña. Lo más importante en el papillote, es envolver bien los alimentos para que quede hermético. Así los alimentos se cocinarán en su propio vapor.
Para preparar nuestro papillote, en primer lugar, pelaremos, lavaremos y cortaremos en juliana fina todas nuestras verduras. Es importante jugar con los colores para que luego nos quede un plato bonito. En nuestro caso, hemos usado pimiento rojo y verde, un poco de cebolleta y puerro, zanahoria y unos arbolitos de coliflor. Si añadimos unas rodajitas de tomate, esto aportará más jugosidad al plato.
Por otro lado, limpiaremos el pescado de espinas y piel, ya que cuanto más limpio de impurezas esté, mejor podremos degustar nuestro plato.
Finalmente, montaremos el papillote. Para ello colocaremos una hoja de papel sulfurizado, y empezaremos a colocar las verduritas, haciendo una cama para el pescado. Añadiremos unos granitos de sal, y colocaremos el pescado salpimentado. Colocaremos las hierbas aromáticas, rociaremos con un poco de aceite (y limón o vino si se desea), y cerraremos haciendo un paquetito lo más hermético posible. Si queremos que el papel sulfurizado no se queme demasiado, podremos envolver nuestro papillote en papel de aluminio, pero no es necesario.
Hornearemos a 180 –200 grados, durante unos 15 o 20 minutos aproximadamente a partir de que el papillote se infle.
PRESENTACIÓN:
Retiraremos las ramitas de hierbas aromáticas, colocaremos en un plato las verduritas y sobre ellas el pescado. Rociaremos el plato con el jugo que ha quedado en el papel.

CONSEJOS Y CURIOSIDADES:
Si la piel del pescado usado es bastante gruesa, como es el caso del salmón, podremos preparar un crujiente de salmón para decorar el plato y darle un contraste de texturas. Para ello pondremos la piel sobre un papel sulfurizado y la pondremos en una plancha a temperatura alta. La dejaremos tostar, y cuando se enfríe, endurecerá. Después bastará con que cortemos tiritas o triangulitos y los coloquemos sobre el plato antes de servir.


DIFICULTAD



Y MIENTRAS PREPARABA ESTA RECETA, SONABA
Citizens!
Here we are (2012)




martes, 3 de abril de 2012

Córdoba, el Valle de los Pedroches y algunas de sus maravillas + Solomillo Wellington

En casa, siempre hemos sentido cierta vinculación con Córdoba. Esto se debe en gran parte a tener un trocito de nuestra familia allí, pero también porque es una ciudad encantadora. La comarca del Valle de los Pedroches se extiende por el norte de la provincia limitando con Badajoz y Ciudad Real, y en ella se encuentra Pozoblanco, sede de la emblemática empresa COVAP.
Hace unos días, me puse a navegar por su web, y descubrí que tenía una visión equivocada de esta cooperativa andaluza. En mi mente cuando escucho COVAP, automáticamente aparece el brick de leche con la imagen de esa simpática vaquita verde que me ponía mi abuela para merendar (si, ella compraba leche desnatada jeje). Para mi sorpresa, la variedad de productos que ofrecen al mercado es mucho mayor, y no se centra exclusivamente en los lácteos y sus derivados.
Como buena andaluza, me propongo ayudar a difundir la marca y sus muchas maravillas.
Al situarse en pleno corazón de Sierra Morena, los cerditos tienen el privilegio de alimentarse de las abundantes bellotas que producen las encinas que se encuentran en los más de 3.500 km2 que abarcan la comarca. Esto los convierte en unos cerditos número 1 por lo que si quieres comprar ibéricos, no encuentro mejor opción. Ya se trate de paleta de bellota o jamón de recebo, conquistareis vuestros paladares y los de los que os rodean. 
Y para aprovechar los productos que nos brindan, una receta a la altura...




INGREDIENTES:
1 lámina de hojaldre
1 solomillo de cerdo
Champiñones
Paté Ibérico
Jamón
1 huevo
Sal, Pimienta y aceite




ELABORACIÓN:
En primer lugar salpimentamos el solomillo y lo marcamos en una sartén con un poco de aceite. Cuando pierda el color rojizo, lo apartamos del fuego y lo dejamos enfriar.
A continuación, lavaremos los champiñones para quitarles la posible tierrecita que puedan traer, y los laminaremos. Los salteamos en la misma sartén con un poco de sal y pimienta. Cuando estén listos, los dejaremos enfriar en un colador para que se escurran bien.
Es el momento de poner a calentar el horno! 190º-200º aproximadamente.
Cuando el solomillo y los champis estén fríos, es la hora de montar el rollo. Para ello, estiraremos el hojaldre sobre la encimera, y untaremos el paté en la mitad de la lámina.
Continuaremos poniendo los champiñones sobre el paté, y el solomillo "envuelto" en las lonchas de jamón en último lugar. 
Cerraremos el rollo de hojaldre, y decoraremos con los recortes que nos hayan sobrado. Pincharemos con un tenedor para que no se infle demasiado, y pincelaremos con huevo batido para que quede doradito.
Horneamos entre 18 y 20 minutos, o hasta que veamos que el hojaldre está listo.




PRESENTACIÓN:
Dejar enfriar el rollo para poder cortarlo bien. 
Servir una rodaja del mismo acompañado de una guarnición de manzanas glaseadas y un poco de salsa de mostaza a la antigua. (veremos la receta un poco más adelante)




CONSEJOS Y CURIOSIDADES:
Es un plato que puede comerse a temperatura ambiente o calentito, pero recomiendo cortar las rodajas una vez frío pues el hojaldre tiende a desmoronarse en caliente.
Ideal para almuerzos o cenas con invitados, pues se puede tener preparado del día anterior.

lunes, 19 de marzo de 2012

De como desaparecer de la red, e intentar resurgir sin morir en el intento


Más de tres meses sin publicar que parecen casi una vida. Tres meses de agobios estudiantiles, cambios, proyectos fallidos y otros no tan fallidos que empiezan a tomar forma. Tres meses de aprender nuevas técnicas, culinarias, y no tan culinarias, que me he iniciado hasta en el crochet :). De aprender a manejar a mi nueva compañera de cocina, y de practicar y practicar con la manga pastelera.
Como propósito de este regreso, no abandonarlo otra vez.

Como proyecto a corto plazo, ganarle la batalla a los dichosos pastelillos franceses que aparecen hasta en mis sueños.
Como proyecto de un futuro (espero no muy lejano) rediseñar el look del blog.
Y como fin, endulzarle la vida a los que me rodean.

Y aunque he estado desconectada de las publicaciones, no he dejado de visitar y conocer nuevos blogs, nuevas recetas y sobre todo de perfeccionar mi técnica de hacer cupcakes!!!
Y para muestra, unas fotillos de las pruebas y del resultado final de los casi 300 mini-mini cupcakes que hice para una boda. Me consta que los invitados no dejaron ni una miga jejeje




Y como siempre he dicho, no solo de dulces vive el hombre, así que os dejo con una recomendación visual de la que disfruté en la gran pantalla en este paréntesis. Su banda sonora y sus créditos al más puro estilo 80's me enamoró desde el minuto número 1.

Drive (2011)

viernes, 2 de diciembre de 2011

Vichyssoise

Sin tiempo para actualizar, casi sin vida, y casi sin hogar. Lo que tiene mudarse a una biblioteca. Entrada fugaz sobre una de las recetas que preparamos en mi segunda semana de curso de cocina internacional. Ideal para las noches de frío.
INGREDIENTES:
75 gr de mantequilla
500 gr de puerros
500 gr de patatas
1 litro de caldo de ave o verdura (en su defecto agua)
Sal
Pimienta blanca
Para decorar:
1 ó 2 puerros
Perejil o cebollino
Un poco de nata
ELABORACIÓN:
En primer lugar, tenemos que limpiar los puerros. Para ello, quitaremos la parte dura de las hojas, quitaremos las primeras capas que lo recubren, y haremos unos cortes en forma de cruz, y enjuagaremos bajo el grifo para quitar la posible tierrecilla que tenga. A continuación, los cortaremos en brounoisse (o lo que viene siendo en trocitos pequeños).
Por otro lado, pelaremos y cortaremos a dados pequeños las patatas.
En una cacerola mediana, pondremos la mantequilla y el puerro, y empezaremos a calentar. Tendremos cuidado de que se rehogue sin que llegue a tomar color, pues esto haría que nuestra crema no quedara de color blanco. Cuando el puerro esté rehogado, añadiremos las patatas y dejaremos unos minutos más.
Finalmente añadiremos el caldo o en su defecto el agua, salpimentaremos, y dejaremos cocer hasta que las patatas y los puerros estén tiernos.
Cuando se finalice la cocción, trituraremos la crema, y pasaremos por un chino para que quede de textura más suave.
PRESENTACIÓN:
Para decorar nuestra vichyssoise, utilizaremos uno o dos puerros. Los lavaremos como hemos aprendido, y los cortaremos en juliana muy fina. En una sartén con aceite muy muy caliente, los freiremos, para obtener unos chips de puerro. También podremos usar un poco de cebollino o perejil picado. Y unas gotitas de nata o crema de leche.
Pondremos en un cuenco nuestra crema de puerros y añadiremos unos chips de puerro y unas gotitas de la mencionada nata, que con ayuda de un palillito, extenderemos dando el diseño deseado.
CONSEJOS Y CURIOSIDADES:
La vichyssoise es una crema típica de Francia, que se puede comer tanto caliente como fría.
Si deseamos enriquecer un poco la crema, o potenciar su color blanco, podremos añadir un poco de nata o crema de leche cuando ya la tengamos triturada.



jueves, 10 de noviembre de 2011

Cuscús a las 7 verduras


Por fin ayer comencé mi curso de cocina internacional (por segundo año consecutivo), y he de decir que estoy muy contenta con el resultado de la primera receta. He preparado otras muchas veces el cuscús, de diferentes formas, pero nunca lo había cocido al vapor, y la verdad es que mejora sustancialmente. Por un rato, Marruecos se trasladó a mi hogar jeje (y todavía sigue presente en mis deditos, amarillos por la cúrcuma).
La receta, quizás sea un poco densa de hacer, pero he intentado reflejar bien cada paso, para que la persona que nunca haya preparado un plato de estas características, pueda hacerlo.
INGREDIENTES:
½ Kg. De sémola de trigo duro (cuscús)
½ cucharada de smen (lo podemos sustituir por mantequilla o aceite)
1 manojo de perejil hermoso
¼ de col
¼ de calabaza (dulce)
1 ó 2 nabos
3 ó 4 zanahorias
1 calabacín
1 berenjena
1 ó 2 cucharadas de colorante alimenticio (o unas hebras de azafrán)
½ de cucharadita de cúrcuma molida
½ de cucharadita de jengibre molido
¼ de cucharadita de pimienta negra molida
¼ de cucharadita de pimienta blanca molida
Aceite de oliva
Para la cebolla dorada:
3 ó 4 cebollas
Perejil picado
2 ó 3 cucharadas de canela molida
5 ó 6 cucharadas de azúcar
1 ó 2 cucharadas de colorante
1 bote de garbanzos tiernos
150 gr. de pasas (sin pepitas)
100 gr. de almendras enteras crudas
Aceite de oliva
3 ó 4 gotitas de agua de azahar
ELABORACIÓN:
En primer lugar tenemos que preparar las verduras para nuestro guiso. Le dejaremos la piel (salvo a la zanahoria y el nabo) para que no se nos desmoronen con la cocción, y enjuagaremos. A la berenjena y al calabacín, les cortaremos el culito y el rabito, y cortaremos en dos mitades a lo largo. El resto de verduras se introducen en la cacerola en una pieza.
Cuando tengamos todas las verduras en la cacerola, añadimos el manojo de perejil sin picar. Para que sea más fácil de sacarlo después, haremos un pequeño manojito y lo ataremos con una de las ramitas. Nuestro bouquet lo introducimos en la cacerola también.
Por último tenemos que macerar todas las verduras con las especias. Las añadimos, así como un buen chorreón de aceite, y mezclamos bien para que todos los trozos se impregnen del sabor. Una vez listo, cubrimos de agua hasta la mitad (el agua no puede alcanzar el recipiente de cocción al vapor que pondremos más adelante), taparemos y ponemos a hervir. Tendremos en cuenta, que no todas las verduras tienen la misma cochura, asi que pondremos las más duras (como la calabaza y la col) en el fondo de la cacerola, y si fuera necesario, sacaremos las piezas que ya estén listas, para evitar que se hagan puré.
Mientras las verduras se van poniendo tiernas, prepararemos la cebolla dorada.
En primer lugar tenemos que re-hidratar las pasas. Para ello, pondremos en un bol, un vaso de agua caliente, el puñado de pasas, la canela molida y el azúcar. Dejaremos a remojo para que se pongan tiernas y tomen el sabor de la canela.
Por otro lado, pelaremos la cebolla, y la cortaremos por la mitad (de cabeza a rabo), y trocearemos en media juliana, es decir, a lo largo. Así nos quedarán unos gajos (no demasiado pequeños) que están un poco unidos por los extremos.
En un cazo, pondremos un chorreón de aceite, y pocharemos la cebolla a fuego lento con el colorante (uno de los culpables de su apodo “dorada”).
Cuando la cebolla esté bien pochadita, añadiremos las pasas (con todo el jugo de remojarlas) y los garbanzos (lavados). Espolvoreamos con el perejil picado, y añadimos las 3 ó 4 gotitas de agua de azahar. Dejamos a fuego lento mientras terminamos el guiso.
Para rematar la receta, tendremos que cocer la sémola de trigo. Previamente a la hidratación al vapor, le daremos una primera hidratación con agua. Pondremos la sémola en una bandeja, incorporaremos un vasito de agua, y mezclaremos bien, intentando que quede suelto. Después, podremos la sémola en el recipiente de cocción al vapor, y lo colocaremos sobre nuestro guiso.
Al cabo de unos 10 ó 15 minutos, retiraremos la sémola, la esparciremos en la bandeja para que se airee, y la engrasaremos con el smen, o en su defecto con un poco de aceite. Separaremos los granitos con ayuda de un tenedor, aun que sin duda lo que mejor viene es usar las manitas. Cuando esté bien sueltecito, volvemos a repetir el proceso dos veces más.
Para finalizar, freiremos las almendras en una sartén con aceite. Sacaremos a un papel secante, y cuando se enfríen un poco, las picaremos.
Cuando todas las verduras estén tiernas, retiraremos del fuego, y será el momento de servir.
PRESENTACIÓN:
Es habitual que el cuscús se presente en un tajín, pero no es algo común en todos los hogares, así que en su defecto, lo presentaremos en una fuente grande.
Serviremos en primer lugar la sémola de trigo, formando una especie de volcán. En el interior de dicho volcán, pondremos la col y parte de las verduras picaditas. El resto de las verduras las cortaremos en bastones anchos, y las dispondremos sobre el cuscús.
Sobre las verduras picaditas, pondremos la cebolla dorada, y remataremos con las almendras picadas.
Finalmente, regaremos el volcán con un poco de caldo, y espolvorearemos con canela (incluso con un poco de azúcar glas).
Presentaremos la fuente y acompañaremos de una salsera con la salsa sobrante, para que cada uno le añada al gusto en su plato.
CONSEJOS Y CURIOSIDADES:
Si no disponemos de una cuscusera o una cacerola de cocción al vapor, podremos preparar la sémola hidratándola con agua, tal y como indique el fabricante en el paquete.
El smen es una mantequilla de sabor similar al roquefort, típica de la gastronomía árabe.
También podemos preparar el cuscús con pollo, de manera muy similar. O con pollo y verduras, el denominado Cuscús Imperial.
DIFICULTAD



Y MIENTRAS PREPARABA ESTA RECETA, SONABA
el guirigay de 20 personas cocinando jeje, pero mientras escribía el post
Manos de Topo
Escapar con el anticiclón (2011)







lunes, 7 de noviembre de 2011

Concurso Pan y Peter y +

Pese a no tener mucho tiempo libre para cocinar, intento escaparme todo lo que puedo para encerrarme en la cocina. Por suerte, esta semana comienzo un curso más, con el taller de cocina internacional, y así me veré obligada a ponerme el delantal al menos una vez por semana :)
Hoy, he descubierto el blog Pan y Peter, y me he enamorado de todas sus ilustraciones. Celebran un concurso, en el que como premio, conceden realizar la ilustración de la receta con la que se participa. Yo, voy a escoger la clásica receta familiar de las Patatas rellenas (que ya publiqué este verano). Algo sencillo y resultón (y que quedaría precioso a manos de Pan y Peter). Sería todo un honor tener esta receta, que tantos recuerdos familiares me evoca, ilustrada en mi cocina.
Y por si alguno de vosotros, aun no los conocéis, aquí os dejo el enlace:


Por otro lado, por fin tengo las fotos de los premios del sorteo de Lady Halcón. En mi entrada anterior no los pude mostrar porque mi querida hermana había guardado tan bien la cámara de fotos que no pude encontrarla jeje. No veo el momento de probar esos libros, eso si, el precioso broche ya está en mi delantal puesto.


Y ya por último, mostrar las galletitas que preparé con motivo del nacimiento de un bebé. En la familia, tenemos costumbre de volvernos locos con la artesanía, y el que más y el que menos, domina alguna técnica. Por eso, preparamos una cesta de bienvenida completita, y en ella no podían faltar unas deliciosas galletas de mantequilla. Me consta que a los papás primerizos, les encantó el detalle.